A medida que se acercan las elecciones generales de noviembre, el gobierno de Xiomara Castro y su partido, Libertad y Refundación (LIBRE), enfrentan una creciente presión debido a tres escándalos que han captado la atención del público y de los sectores políticos del país. Estos eventos podrían tener implicaciones decisivas para el futuro político de la actual administración y su partido, cuya imagen y apoyo se ven seriamente comprometidos a pocos meses de las urnas.
¿Es la corrupción en la Secretaría de Desarrollo Social un nuevo caso «Pandora»?
Uno de los impactos más significativos a la confianza en la administración de LIBRE ha sido el escándalo en la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL). Llamado «Pandora 2» en referencia al escándalo de corrupción durante el gobierno de Juan Orlando Hernández, este caso expone una trama de malversación de fondos públicos, adjudicaciones de contratos irregulares y el empleo clientelista de programas sociales en áreas controladas estratégicamente por el partido en el poder.
La falta de avances significativos en las investigaciones ha generado un malestar generalizado, incluso entre sectores que tradicionalmente han apoyado al gobierno. A pesar de que las denuncias se hicieron públicas hace meses, la falta de acciones concretas para esclarecer los hechos ha dejado en entredicho la capacidad del gobierno para garantizar la transparencia y la justicia social que había prometido. La percepción de que la SEDESOL está siendo utilizada con fines políticos sigue ganando terreno, lo que incrementa la desconfianza en la administración actual.
El engaño de Koriun Inversiones y la ausencia de acción por parte del gobierno
Otro aspecto que impacta seriamente en la gestión de LIBRE es el fraude de millones por parte de la compañía Koriun Inversiones, dejando a más de 35.000 hondureños en condiciones de precariedad económica. Esta organización piramidal, que garantizaba ganancias extraordinarias, ha estado detrás de uno de los mayores fraudes en la historia reciente del país. No obstante, lo que ha generado más desconfianza no ha sido solo la escala del engaño, sino también la falta de respuesta de las autoridades frente a las acusaciones anteriores que ya se habían formulado respecto a la empresa.
La Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) admitió haber recibido advertencias sobre el funcionamiento de Koriun Inversiones antes de que se declare en bancarrota, pero no adoptó medidas al respecto. Este aparente desinterés de las entidades estatales ha reforzado la percepción de un encubrimiento potencial o falta de diligencia por parte de quienes gobiernan. Asimismo, se han destacado posibles nexos entre personas cercanas al gobierno y la compañía, lo cual ha suscitado preocupación acerca de potenciales colusiones o respaldo al fraude desde el ámbito gubernamental.
Este escándalo ha tenido un impacto negativo, especialmente entre la clase media, que se ha visto directamente afectada. Según algunos analistas, este tipo de fraudes puede costarle muy caro al partido LIBRE, pues los ciudadanos suelen recordar y rechazar con fuerza cuando se ven directamente perjudicados económicamente. En este contexto, el silencio de las autoridades solo ha incrementado el descontento social.
El video del narcotráfico: ¿una doble moral en la lucha contra el crimen?
El más reciente de los escándalos que ha afectado al gobierno de Xiomara Castro es la divulgación de un video en el que se aprecian personajes de gran relevancia asociados con actividades de narcotráfico. La filmación, publicada por la entidad InSight Crime, ha expuesto una posible conexión entre narcotraficantes y funcionarios gubernamentales, lo que entra en contradicción con la narrativa oficial sobre la lucha contra el crimen organizado.
Este nuevo escándalo no solo ha reavivado las críticas a la estrategia de seguridad del gobierno, sino que también ha puesto en cuestión la imparcialidad y la eficacia de la justicia hondureña. Se ha hablado de una «justicia selectiva», en la que ciertos actores son perseguidos mientras otros, aparentemente con conexiones políticas, parecen ser protegidos. Estas denuncias han alimentado la sensación de que las autoridades del país no están comprometidas con una lucha real y transparente contra el narcotráfico y la corrupción.
Desafíos para LIBRE en el contexto electoral
Estos tres incidentes han dañado la reputación del gobierno y su partido a menos de cinco meses de las elecciones generales, que se llevarán a cabo el 30 de noviembre. De acuerdo con las encuestas más actuales, la popularidad del gobierno de Xiomara Castro ha disminuido notablemente, mientras que la aspirante oficial, Rixi Moncada, también está enfrentando un aumento en el rechazo.
El descenso en la aceptación del gobierno de LIBRE no solo se debe a estos escándalos, sino también a la percepción de falta de responsabilidad y transparencia en la gestión pública. Los expertos señalan que si el partido gobernante no consigue detener este deterioro, el discurso de cambio que impulsó desde sus comienzos podría volverse perjudicial, transformándose en un obstáculo electoral.
Como señaló un líder opositor, «el asunto no es únicamente la presencia de escándalos; es la soberbia de no prestarles atención». Esta postura de indiferencia hacia los problemas esenciales podría acarrear serias repercusiones en las elecciones.
Un porvenir dudoso para LIBRE
El gobierno de LIBRE atraviesa un momento de alta tensión a medida que se acercan las elecciones. Los escándalos relacionados con la corrupción en la SEDESOL, el fraude de Koriun Inversiones y la posible vinculación de altos funcionarios con el narcotráfico han afectado gravemente la imagen del oficialismo, revelando debilidades institucionales y una creciente desconfianza de la ciudadanía. En un contexto de polarización y expectativas electorales cada vez más altas, estos eventos ponen en evidencia los desafíos políticos, económicos e institucionales que LIBRE deberá enfrentar para retener el apoyo popular y lograr un desempeño favorable en las próximas elecciones.